El injerto de hueso a nivel dental es una de las técnicas más frecuentes realizadas en cirugía oral avanzada.
La pérdida de hueso en territorio oral puede deberse a varias causas: infecciones graves, patología tumoral, accidentes e incluso post extracción de dientes o muelas.
El profesional, cirujano oral, elegirá en cada caso el material de relleno óseo más adecuado para cada paciente y su patología especifica.
Estos injertos pueden ser del propio paciente. Son los que van a presentar menor rechazo inmunológico pero no siempre es posible utilizarlos. De procedencia distinta del propio paciente, nos encontramos injertos sintéticos que están realizados en laboratorios a partir de materiales inertes; también existen bancos de injertos procedentes de hueso bovino y de derivados del coral; y por último de bancos de donantes o de familiares, que son los más adecuados, pues el origen no deja de ser humano, aunque no proceda del propio paciente.
Sólo un experto y tras diferentes tests y estudios radiológicos realizados con la adecuada tecnología y obviamente con la acreditación sanitaria correspondiente, debe planificar injertos óseos previos a la implantología del paciente.
En este último caso es necesaria la autorización pertinente de la Consejería de Sanidad. De este modo se ahorrará morbilidad al paciente.
Nuestra clínica dispone de dicha autorización y la ponemos a disposición de nuestros pacientes, con el fin de atenuar la morbilidad y el tiempo de espera quirúrgico tras la colocación de los implantes, pues con este tipo de material se reduce considerablemente el tiempo de espera.